La Credencial del peregrino es el pasaporte que los caminantes van sellando en diferentes hitos para para poder demostrar a su llegada que ha recorrido la Ruta Jacobea y obtener la Compostela, la acreditación de la peregrinación que proporciona la Catedral de Santiago.
Antiguamente este pasaporte otorgaba a los peregrinos derechos y salvaguardas en su larga y peligrosa ruta hacia Santiago. En la actualidad existe una única Credencial homologada por la Catedral de Santiago y la distribuyen las asociaciones jacobeas, parroquias y otras entidades vinculadas a la Ruta.
En la Credencial se va registrando el paso por las diferentes villas y pueblos del Camino. Es habitual pedir el sello en iglesias, albergues de peregrinos o ayuntamientos, pero también en otros puntos como cafeterías, farmacias, oficinas de Correos, etc.
Los peregrinos que utilizan la red de albergues, pública o privada, demuestran su condición de peregrinos (y por tanto su derecho a utilizar los albergues) mediante la Credencial.
Ir sellando la credencial es un rito en el Camino de Santiago. En esta ocasión, aunque no lleguemos a Compostela y no obtengamos el certificado, nos servirá igualmente como un recuerdo de nuestro Camino; o para utilizar en otra ocasión, si nos decidimos a cubrir otro tramo de la ruta. Como certificación de haber realizado la ruta al llegar a Santiago es válida aunque recorramos el Camino dividido en varios momentos de uno o más años.
La Organización proporcionará la Credencial a los participantes de Alfas en Camino que así lo deseen. Pueden también obtenerla en las asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de sus lugares de origen, o en su parroquia.